Escalar no es solo fuerza: los errores más comunes al empezar
Empezar a escalar es una experiencia apasionante. Cada sesión es un reto físico, técnico y mental, y al principio todo parece avanzar muy rápido.
Pero también es común caer en ciertos errores típicos que limitan la progresión, aumentan el riesgo de lesiones y generan frustración.
En este artículo encontrarás los errores más frecuentes entre escaladores principiantes y cómo corregirlos con una visión más consciente y global: desde la técnica hasta la nutrición, pasando por la mentalidad y el descanso.
“La escalada no es un deporte únicamente de fuerza.”
Error 1: pensar que solo necesitas fuerza en los brazos
Este es uno de los errores más extendidos. Muchos principiantes creen que la escalada depende únicamente de la fuerza de bíceps o antebrazos… y se olvidan de todo lo demás.
LO QUE REALMENTE MARCA LA DIFERENCIA
La fuerza es importante, sí, pero lo que te hace escalar mejor desde el inicio es la técnica, el equilibrio y la conciencia corporal.
- equilibrio y la conciencia corporal.
- Trabajo de pies: aprender a colocar los pies con precisión y confianza.
- Equilibrio y coordinación: moverte con fluidez y control.
- Gestión del ritmo y respiración: mantener la calma y dosificar la energía.
- Colocación de caderas y centro de gravedad: escalar con el cuerpo, no solo con los brazos.
La fuerza llega con el tiempo, pero si no desarrollas técnica desde el principio, acabarás agotado antes de tiempo y progresarás más lento.
Error 2: no darle importancia a la alimentación
Muchos escaladores principiantes —y también algunos con experiencia— subestiman la importancia de una estrategia nutricional durante la sesión.
Suelen llevar solo un plátano y un puñado de frutos secos, pensando que “con eso tiran todo el día”.
LAS CONSECUENCIAS
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- Fatiga temprana y aumento del miedo en vías más largas.
- Peor concentración y coordinación por falta de glucosa cerebral.
- Recuperación incompleta, lo que afecta al rendimiento del día siguiente.
- Más riesgo de lesiones y sobrecargas por agotamiento muscular.
QUÉ DEBERÍAS HACER
Lleva suficiente comida al sector o rocódromo:
- Fruta fresca y deshidratada.
- Tortitas de arroz o pan.
- Tuppers con arroz, pasta o quinoa.
- Bocadillos o barritas caseras.
Comer bien también es entrenar. Una buena nutrición te da energía sostenida, mejora la recuperación y reduce el riesgo de lesión.
“La nutrición es crucial en tu progresión”
Error 3: saltarse el calentamiento
Otro clásico. Muchos escaladores llegan al muro, se ponen los gatos y directamente entran en su proyecto. Pero saltarse el calentamiento es una de las causas más frecuentes de lesiones, sobre todo en dedos, hombros y codos.
POR QUÉ CALENTAR ES FUNDAMENTAL
La escalada es un deporte exigente y técnico: requiere movilidad articular, activación muscular y concentración.
Un buen calentamiento prepara el cuerpo y la mente para rendir sin forzar.
CÓMO HACERLO BIEN
- Movilidad articular Activación progresiva: movimientos suaves y ejercicios con bandas.
- Vía o bloque fácil para entrar en ritmo.
Y no olvides el enfriamiento: estiramientos suaves, movilidad ligera y una buena comida post-entreno para recuperar.
Calentar no es perder tiempo, es una inversión en seguridad y rendimiento.
Error 4: creer que más entrenamiento siempre significa más progreso
Cuando se empieza en escalada, es fácil pensar que cuanto más entrenes, antes mejorarás.
Pero la realidad es que la progresión viene de escalar más y escalar mejor, no solo de acumular sesiones o ejercicios.
LO QUE REALMENTE IMPORTA
- Entrenar fuerza mejora el rendimiento, pero no sustituye la técnica.
- Si no controlas la carga, puedes aumentar el riesgo de lesión y llegar cansado a tus sesiones.
- Escalar cansado te impide practicar la lectura de vías, la fluidez y la gestión mental.
La escalada es una habilidad compleja: necesitas moverte bien, no solo estar fuerte.
Alterna sesiones de entrenamiento con días de escalada real y descanso activo. La mejora viene de la adaptación, no de la sobreexigencia.
Error 5: compararte con otros escaladores
“Fulanito empezó más tarde que yo y ya encadena más grado…” —¿te suena? Compararse con los demás es uno de los mayores enemigos del progreso y la motivación.
Cada cuerpo, cada proceso y cada entorno son distintos.
LO QUE PASA CUANDO TE COMPARAS
- Te desmotivas si no progresas al mismo ritmo.
- Dejas de ver tus propios avances.
- Te exiges más de la cuenta, lo que puede llevarte a forzar y lesionarte.
La única comparación válida es contigo mismo: con tu técnica, tu confianza y tu capacidad para disfrutar de cada subida.
Celebrar tus avances, por pequeños que sean, es la base de una relación sana con el deporte.
Conclusión: escalar con consciencia y equilibrio
Escalar no es solo fuerza ni disciplina. Es movimiento, estrategia, atención y equilibrio.
Los errores que cometes al principio son parte natural del aprendizaje, pero reconocerlos y corregirlos a tiempo puede ahorrarte lesiones, frustración y estancamientos.
En resumen:
- Prioriza la técnica antes que la fuerza.
- Cuida tu alimentación y recuperación.
- Calienta siempre antes de empezar.
- No entrenes más: entrena mejor.
- Deja de compararte y disfruta del proceso.
Escalar con consciencia es construir una relación más sana con tu cuerpo, tu rendimiento y la montaña.
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